lunes, 23 de julio de 2012

La verdad me hará libre


Esos momentos de melancolía. Aquella noche en la que esperas que las cosas simplemente ocurran o que al menos una gran sorpresa destelle de la nada y del día a día común de las personas.
Un viaje que no tiene fin, que da inicio a un largo futuro de incertidumbre. Es un día clave de contrastes, de una lluvia inesperada y de un frió otoñal que produce un lento y silencioso golpe a la vida.
Te has preguntado que podría cambiar tu forma de ver el mundo, de recorrer la vida y arriesgarte a tan solo hacer aquello que tu corazón demanda. Deberías no preguntarte mucho y actuar como una vibración omnipresente que dando un suave toque de delicadeza, da los inicios de lo que sin duda podría ser el verdadero sentido de la vida.

Hay veces en que necesitamos los viajes. Necesito recorrer el cuerpo, las manos, y tus besos que la madre naturaleza te entrego. Es momento de agarrar todas las ideas locas que alguna vez cuando niños pensamos que eran ciertas, y hacer posible que esas verdades sean más aún posibles. Ya basta de los cuestionamientos, los resultados... A veces el arriesgarse es legítimo y necesario.

Ya basta de las viejas amistades. Se debe entender que las personas simplemente son así, que las cosas ocurren por algo y que jamás debemos sorprendernos de las acción de en minutos te hacen conocer la verdad de las cosas.

Es hora de un nuevo viaje, de nuevos paradigmas y de romper con el status quo.
La verdad nos hará libre y la verdad parte por encontrar.


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