Chile, El cambio ya viene...?

Recuerdo ahora mismo la canción "Chile, la alegría ya viene"
y ya pasado más de un mes desde la llegada del tan esperado cambio.
Las encuestan revelan una disminución en el apoyo a Pinera, aunque a mi parecer la primera encuesta no es necesariamente una mirada de un proceso largo. Esta es solamente el inicio para compararlo con los próximo meses que vendrá de lo que sin duda será un incesante cuestionamiento del desarrollo de un gobierno que mas que calidad a mostrado una mala gestión y planificación de sus ideas.
Es obvio que el terremoto no estaba previsto para nadie, pero también debemos darnos cuenta de que quizás sino hubiera pasado, no se hubieran tomado en cuenta una serie de medidas para prevenir o tomar en cuenta lo que estamos construyendo. Pero también se debe aprovechar el momento como un aprendizaje.
A mi parecer es muy poco tiempo para realizar un análisis del gobierno de Piñera, preferiría esperar un semestre y ver los resultados del manejo del terremoto. También y súper importante ver la opinión de los sondeos y en especial énfasis en las zonas afectadas del terremoto. En especial la 7 y 8 región (que son las más afectadas).

La era de Pinera ya está sobre la mesa, habrá que esperar a ver qué pasa durante estos próximos meses y además ver realmente si la calidad es verdad o simplemente un cuento de hadas.
Como futuro administrador Público discrepo en 100 % sobre las renuncias a ciertos funcionarios públicos. Creo que la capacidad y la experiencia es mucho más importante para cumplir con los ideales de la campaña de la derecha. Estos comenzaron diciendo que serán un gobierno de los mejores, - ¿Qué es ser el mejor?. Quizás un ex director del Sernac como José Roa o el director de la Fosis. Ambos cumpliendo bien su labor y aún así despedidos.
Comparto mucho de Wilson en su noción de la Administración Pública, y más sobre los temas de la relevancia de las autoridades en el servicio público.

La administración pública más que sólo gente con papeles en movimiento es un servicio para ellos y para nosotros mismo. Somos la fuerza que ejerce la voluntad hacia una realidad. Somos la energía que corre por las venas del Estado.