viernes, 26 de noviembre de 2010

Sucede que me canso de ser hombre

Definir la vida de hoy es un acto histórico, un acto lleno de circunstancias brillantes. Nos vemos cada día en un metro lleno, frustrados, apretados como sardinas en su tarro metal llenado en aceite. Siendo que no somos felices ¿cómo serlo en estas condiciones? Que rico seria estar en un campo tirado de espalda mirando el cielo, pensado en las cosas del mañana sin pensar en la ciudad y su caos. Una ciudad de política, corrupción y de miles de payasos en acción. Veo doctrinas y luchas al final de que sirven y solamente luchan por sus intereses tanto empresariales en ambos centros que se dicen extremos. Escucho conceptos políticos, leo los diarios digitales y no comprendo las cosa que hablan... Dicen que representan a los necesitados, ¿Pero como lo hacen si tienen empresas que entregan un mínimo de sueldo a la magia para subsistir?, como empleas las palabras de cobardía y ocultas la verdad con tus labios llenos de robos, emplean la codicia y su vil servicio en dólares y llenan las cámaras con sus nombres. Destrucción, caos y sinceramente frustración es lo que causa la vida en la ciudad en estos momentos. Un metro lleno, una ciudad andrajosa, un flauta acuchillándote por mil pesos y finalmente los locos que andan en carreras por las calles atropellando a quien se interponga en su camino, quizás piensan que somos un video juego y ganan puntos por cada vida perdida, perdida en esta ciudad que cae cada 3 cuadras y aparece una farmacia de colores, que nos ilustra con la medicina y los vicios a los fármacos químicos, tóxicos, caros y que además nos prolongan la vida marchita, caótica y sin sueños a futuro. Frustración de presos en su misma libertad. Frustración de un viaje por una china llena de libertad y una América Latina en Jaque y Mate. Una unión en desintegración y un coloco declinando por sus propias ideas. Ahora caen las ideas y desean arrancar de esas migraciones del siglo XX, Los hijos del sur y del norte al centro de un país lleno de manzanas y sueños humanista. La utopía del moro y la obsesión del rico en ser más, la decepción del pobre al pedirle al que fue su amigo alguna vez en un siglo pasado. Aquella esquina de la calle principal y su llamado al compromiso social con compartas rojas y negras, acompañadas del colectivo y su grito de guerra y rebelión.

Llegas a la segunda calle y guardas tus banderas, vuelves a tu vida normal y si es que llegas tarde a tu casa te estás atento ante los ojos de los desconocidos que luchan por obtener no tu ideología sino tus bienes tan pocos y preciados por quienes no saben lo que realmente es apreciar. Sacas todos los gritos y las garras cuando son varios, cuando sientes que son uno solo y cuando sientes que ese uno te da la libertad de salir por las calles y tirar piedras... Te vuelves irracional pero ¿que sientes? Pasa que te sientes aburrido de hacer cosas por las que no consigues nada, sientes que es un trámite burocrático en un sistema odhocratico. Pautas y reverencias, sigues igual y cantas mientras que en las noticias no sale nada.
Verdad es ver, es contar las palabras y receptar las cosas del otro. Darte cuenta que el dinero es una mierda que te sirve para alcanzar la felicidad, pero ¿qué es felicidad?, que es cuando te sientes oprimido cansado de las calles, de las personas, de la política, de las micros, de los libros utópicos, de las historias de superación, de las historias de los mejores, de la meritocracia, de las artes, de los parques, de los amores frustrados, de las cartas que no leo, de los sueños rotos y de las partituras que no logro traducir...
Sucede que me canso de ser hombre


Walking Around - (Neruda)


No hay comentarios: