Nuestros pasos hacían contacto con el asfalto de la calle. Era una día de mucho frio en la Capital. Nos acercamos para darnos calor y eliminar parte del frio. Avanzamos muchos pasos y de repente comenzó a llover, no era la típica lluvia del invierno. Parecía ser una maldición, solamente para nosotros y arruinar nuestro día. Alcanzamos a tomar la micro, aquello que por momentos nos aguardo del cataclismo, de los relámpagos y truenos que azotaban la ciudad.
Nos bajamos en el paradero y rápidamente corrimos en dirección a uno de los pasajes. Sentía las gotas en mi piel, algo de escalofrió debido al frio, pero mientras corríamos pensaba ella, siempre tan hermosa, su vestimenta que la identificaba, su aroma a vainilla y su delicioso gusto por el conocimiento. Era una chica muy inteligente y mi amiga. Me daba siempre consejos, además hablábamos de las cosas bellas de la vida y la música.
“Me acompañaste ese día tan importante para mí. Me ayudaste a realizar los trabajos de la Universidad y me apoyaste en los difíciles momentos. Ahora te veo avanzar de forma tan alegre y angelical. Eres hermosa en estos momentos y recién me doy cuenta que siempre ha sido así. Te vas y nos despedimos, me detengo nuevamente cuando cierras la puerta de tu casa y veo tu mirada hacia mi llega de alegría y de un gracias por este hermoso día juntos. “
Son cosas reales que materializamos en forma de guiones y el cine, pero que realmente ocurren en cada día.
Me fascina vivir mil veces en una película. Cuya fantasía nos hace sentir más que lo que es realmente verdadero en nuestro diario vivir. Me enamoro de personajes y como cualquier persona pretendo encontrar a esa bella persona frente a mis ojos y que cuya forma de caminar sea angelical al igual que una nota musical.
Inspiracion : Bridge to Terabithia and Leslie Burke
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